Es el novio de Lali Espósito, por supuesto, pero cada vez más, Benjamín Amadeo deja de ser el hombre detrás de la estrella y va camino a ser él mismo. Sin embargo, no reniega de su chica, ni de su vínculo y mucho menos de que lo relacionen con ella. Se lo nota enamorado al muchacho, pero también decidido a seguir su ruta. Actualmente, junto a Pedro Alfonso y Emilio Disi, protagoniza la comediaCasa Fantasma en en teatro Astros y es uno de los integrantes de Sin codificar, donde hace imitaciones varias. También es el autor de la cortina musical de ShowMatch y fue el encargado de ponerle la voz al In Memoriam de los Martín Fierro.
Es que que Benjamín es muchas cosas a la vez, así lo cuenta él mismo...
-¿Qué es lo que sos?
-Yo soy "actante" y "musictor", parecen como unas palabras en Catalán, pero quiere decir que soy actor y cantante y músico y soy un montón de cosas, la verdad. Me da un poco de pudor definirme porque soy como inagotable con las cosas que quiero hacer y no cae bien eso. Entonces, trato de hacer y que después eso derive en algún tipo de reconocimiento, que te sigan o que les guste. Aparte soy editor de audio y video, laburé de eso de pendejo.
-¿Qué hacías?
-Laburaba haciendo videos. Hacía muchos casamientos, con dos amigos. Nuestro valor agregado era que nosotros hacíamos actuar a las personas, como yo tenía vocación de actor, hacía actuar a las familias. El servicio que nosotros vendíamos era que armábamos una pequeña ficción antes de la fiesta.
-¿Tenés alguno?
-Sí, tengo, pero son una vergüenza...
-¿Por qué?
-Y... está el que se copa y el que te odia porque es un sábado y va a hacer todo lo posible para que no salga bueno tu video. Está el que te contrató, que está poniendo la vida porque dejó un mango.
-¿De qué zona sos?
-De varias. Nací en el centro, viví en Martínez, después en Villa Adelina, en Tigre y ahora vivo en Saavedra. Tengo un PH, me fui ahí para estar cerca de todo. Como laburo en Martínez y en Palermo... me salió bien.
-¿Cuántos años tenías cuando hacías los videos para casamientos?
-Tenía 19, 20 años.
-¿Ibas a la facultad?
-Estaba actuando y haciendo la facultad. Estudié comunicación social, hice un cuatrimestre.
-¿Lo primero que hiciste como actor fue un personaje en la telenovela Mil millones?
-Arranqué ahí, sí. Hacía un bolo de exteriores. Fue antes de los videos, que fue una etapa muy bizarra. La gente en los casamientos deposita lo peor o lo mejor, entonces hay muy pocos que están buenos, los demás son una cagada, pero era un trabajo y era una forma también de experimentar actividades audiovisuales, que a mí me gustan mucho.
-¿Cómo habías conseguido el bolo en Mil millones?
-Mi tío era productor de esa novela...
-¿Cómo se llama tu tío?
-Raúl Lecouna. Era el marido de mi tía, Celina Amadeo, hermana de mi papá, ahora están separados. Yo siempre actué. En el colegio era... eso que te imaginás y mis padres me dijeron: "Vos hacé lo que quieras, pero cuando termines la escuela". Y bueno fue así: terminé el colegio e hice lo que quise.
-Y te dio un papelito chiquitito tu tío...
-Sí, hizo lo mejor que podía hacer. Yo lo valoro muchísimo y empecé extremadamente de a poco.
-¿Eso te gustaba o te quejabas?
-No, no, no, yo no tenía el deseo de la estelaridad, quería trabajar, quería ser actor, quería actuar, lo tenía muy claro eso.
-¿Estudiaste en algún momento actuación?
-No pude, me cuesta mucho estudiar, me es más fácil aprender, entonces fui adquiriendo conocimientos haciendo; por ejemplo haciendo mucho teatro independiente que te da conocimientos de grupo, manejos de producción, conocimientos actorales.
-¿No te hallabas en una estructura académica?
-Yo tengo un gran problema con la estructura, entonces en vez de renegar contra eso traté de buscarle la vuelta: "Me gusta actuar, voy a actuar como sea" y empecé con un bolo, yo era el kiosquero del set de exteriores de una novela de la tarde. Es muy grande para un pibe que quiere actuar y es muy pequeño para el mundo artístico.
-Pero vos estabas contento.
-Contento y ahí empecé a darme cuenta de que era lo que tenía más ganas de hacer; a medida que vos vas haciendo, vas solidificando eso que soñaste. Después de unos años dejé, estudié publicidad, después dejé, estudié un cuatrimestre de cine, después dejé, volví a actuar...
-¿Mientras tanto vivías con tus padres?
-Sí, vivía con mis viejos.
-¿Cuándo te fuiste?
-Me fui a los 26 y medio.
-¿Tenías ya un trabajo o te la jugaste?
-Ya tenía trabajo.
-Entonces, estudiaste publicidad, cine…
-Claro, fui buscándolo, mientras iba laburando; hice publicidad, fotos, changas... Armamos un hermoso grupo de teatro -con amigos que no teníamos trabajo, básicamente- y estuvo muy buena la experiencia.
-¿Qué hicieron?
-La primera obra que hice de manera bien independiente fue una que se hacía en el teatro La Guarida, en Jorge Newbery y Córdoba. Era un radioteatro en vivo, una novela, lo más cursi que te puedas imaginar, pero era una forma de decir "bueno, yo tengo ganas de actuar y bueno, lo voy a hacer acá y chau". Después, cuando empezamos con el grupo de teatro hicimos una obra llamada Fuimos Todos, que cobró notoriedad porque estaba Dalma Maradona, obviamente.
-Qué raro que teniendo una entrada tan grande como tener un tío que es Raúl Lecouna no hayas trabajado en novelas más importantes...
-Es raro, pero no hubo acomodo con eso. El me llamó después de que yo había hecho otros laburos. Se fue dando naturalmente.
-¿Tu mamá a qué se dedica?
-Es psicóloga social.
-¿Tu papá sigue trabajando en política?
-Sí. Mi viejo tiene un perfil muy técnico de la política. Va de invitado a la tele y le reconocen la opinión, es un tipo serio, muy tranqui. Fue diputado, hizo un montón de cosas, pero tiene perfil bajo.
-¿Por qué partido?
-El estaba con el Justicialismo, se llamaba Peronismo Federal.
-¿Tu familia no te veía descarrilado?
-Al principio sí, pero después lo tomaron con naturalidad. Estoy seguro de que hubiesen querido que haga otra cosa, pero desde hace mucho tiempo me ven contento, eligiendo con libertad y eso los tranquiliza.
-¿Cuál fue el primer trabajo importante que tuviste, con el que te pudiste ir de la casa de tus viejos?
-Casi Ángeles, hace cinco años.
-¿Llegaste a Casi Angeles por un casting?
-Fue casting, sí.
-¿Fuiste todo lindo, producido para el casting?
-No, yo soy un croto para eso.
-Pero ahí te lookearon...
-La parte estética tiene que estar cubierta, pero yo tenía el rol de alguien más grande que el mainstream de los chicos. Yo tenía más edad que el resto y me pusieron un personaje más serio. Me acuerdo que Cris Morena quería que tenga misterio y que sea como un malo, pero no del todo, ese fue el perfil que me tiró.
-Malo, malo eras en Sres papis.
-Sí, me pasó como a Carina Zampini viste, que te putean en la calle. Yo hacía un personaje detestable. Era el novio de Vanesa González, era fajador, horrible. Y en la calle me decían "dejala en paz". Me bardeaban, claro.
-¿Era la primera vez que te pasaba algo así, no?
-Era la primera vez y me divirtió. Me parece que es gracioso... un tiempo, ¿no? Que dure un año o que dure seis meses, que te puteen toda la vida, no.
-¿No te lo bancarías?
-No, está bueno hacer distintas cosas y todo pasa, nada es tan grave. Lo bueno de mi laburo es que es dinámico. Estoy seis meses haciendo una obra y después paso a hacer algo totalmente diferente. Como tengo un problema con el tema estructural y con la continuidad, mi trabajo me ayuda.
-Ahora te estás perfilando para el lado del humor, ¿no?
-Me gusta mucho hacer comedia y es muy difícil de hacer, sobre todo porque estás pendiente del estímulo de la risa.
-¿Qué pasa cuando el público no se ríe?
-Es un puñal, pero igual yo vivo la falta de risa de una manera más natural que los cómicos.
-¿Por qué?
-Porque esperan eso de vos. Si vos pensás que soy un amargo y llego a una reunión y tiro un chiste bueno, se multiplica. En cambio, si llega Dady Brieva hay más expectativa y si el chiste no está bueno decís "ay, Dady no es tan gracioso" y el chabón es un cago de risa, lo que pasa es que en ese momento no sucede.
-Hay más expectativa con Dady que con vos.
-A mí me pasó en Tu cara me suena, no se veían venir que yo podía hacer algo así y entonces ayuda a que eso tenga otra relevancia.
-¿Por qué te llamaron para Tu cara me suena?
-Porque llamé yo.
-¿Cómo fue?
-Yo estaba tomando un mate en lo de Miguel Angel Rodríguez, con Andrés Parrilla que es el hombre que hace las máscaras. Había hecho con él La jaula de las locas y pegué muy buena onda. Estábamos ahí y me dice "mirá me llamaron para hacer un formato que para mí vos lo tenés que hacer", me lo mostró y lo primero que me pasó es que dije "yo acá me voy a divertir seguro". El tema es que la semana anterior había firmado el contrato para Sres papis, no veía en mis parámetros que Telefé me dejara hacer las dos cosas. Igual llamé, pedí un casting y ahí agradezco a Tomás Yankelevich que me bancó el capricho de alguna manera. Porque tuve que hacer una movida para que me dejaran hacer las dos cosas.
-¿Tomás te bancó?
-Sí, él me dijo "yo sé que esto va a estar bueno para vos, yo sé que lo vas a hacer, olvidate, yo te lo arreglo". Entonces, le pidió a las producciones que convivan bien. Yo tenía miedo de terminar adentro de una combi con una itaca, viste. Los productores en Cabrera y Ravignani cagándose a tiros diciendo "¿cómo que no podés venir?", pero no. Sobrevivimos todos.
-En televisión pasa muy poco eso, que te dejen hacer todo.
-Me lo armé, en vez de ir con el capricho, traté de ir con la solución. Es una estrategia y tiene que ver con conocer al otro y tener un poco de sentido común y que el otro vea que lo que vos planteás no es un capricho sino una elección fuerte que tiene que ver con tu desarrollo. Ese año no estaba Tinelli y Tu cara me suena fue el programa más visto. O sea, no estaba tan mal el planteo, era caprichoso desde el punto de vista de producción, pero finalmente el más perjudicado fui yo que dormí poco.
-¿Sentís que te ganaste ese lugar?
-Sí, me lo gané. Tiene que ver con la personalidad, con lo que está fuera del contrato, yo siempre pienso así: cuando es bueno lo que viene fuera del contrato, hay que prestar atención. Los vicios de los actores y de las estrellas y demás tienden a terminar jugando a reglamento; yo valoro mucho los proyectos o las cosas, no sé, me pasa ahora en la obra ésta en la que estoy, que lo mejor que pasa en la obra es lo que está afuera del contrato, que es la buena onda, que no hay escándalo; estamos haciendo una obra que nos va bárbaro, es divertida, no jodemos a nadie.
-¿Pero no te cruzaste con actores que hacen esas cosas?
-Todo el tiempo, no digo que no exista, digo que el ganárselo en realidad es no romper tanto los huevos.
-¿Por qué hacen esas cosas los actores?
-No lo sé.
-Vos que sos actor, ¿qué sentís?
-Yo tengo todos los rayes, lo que pasa es que trato de no proyectarlos. Soy el más inseguro, recontra inestable, pero trato de no romperle los huevos al otro. A veces sale y a veces no, todos tenemos nuestros días. Hay días que estás del orto y no te lo cambia nada y está bien y podés tener tus encuentros, qué sé yo, pero lo que hay que hacer creo es tratar de no molestar. La gente feliz no molesta, dicen.
-¿Sos feliz?
-Trato.
-¿Siempre fuiste feliz?
-No, no, yo trato y voy hacia eso, viste que no es un estado.
-¿No siempre fuiste feliz? ¿Qué te pasó?
-Nada, no tuve ninguna tragedia, no soy Nazarena.
-¿Tus padres no se separaron?
-No, se llevan bomba.
-¿Cuántos hermanos son?
-Cinco, cada uno de mis hermanos hizo lo que se le cantó, todos tienen hijos, tengo ocho sobrinos.
-¿Lali fue la primera novia famosa que tuviste?
-Sí, cuando la conocí ella ya era una estrella. Por eso ahora que ella toma conocimiento en un público más adulto...
- ...Vos ya estás acostumbrado.
-Claro y ella también, de alguna manera. Lo puede digerir, lo puede llevar.
-¿La conociste y te enamoraste enseguida?
-No, porque yo la conocí trabajando, ella estaba de novia con Peter Lanzani... Empezamos a salir seis meses después de que ella se separó.
-¿Fueron amigos primero?
-Claro, teníamos muy buena onda.
-¿Y qué marcó el hecho de que empezaran a estar de novios?
-No lo sé.
-¿Una salida, un beso?
-No, porque ella estaba trabajando mucho, teníamos el programa y el teatro también que demanda muchísimo tiempo.
-¿Tenían relación en la ficción?
-No, nada. Yo grabé muy poco con Lali en el programa.
-¿Y cómo te acercaste a ella? ¿O ella se acercó a vos?
-Mutuamente, igual ella es un poco más de avanzar que yo.
-Lali dijo que una vez vos hiciste un chiste...
-Yo en ese momento transitaba una época de poca comunicación. No hablaba con muchos de los compañeros y ella dice que yo un día tiré un chiste y a ella eso le causó mucha impresión, como "uy, el que no habla tiene sentido del humor".
-¿Y eso la hizo mirarte?
-Eso es lo que ella declara.
-Entonces le gustó tu chiste y ¿qué hizo?
-Supongo que me empezó a mirar de otra manera. Lo lindo de mi relación con ella fue que se dio muy naturalmente, muy de a poco... como soy yo, que soy aburrido por momentos. No soy lanzado ni me hago el canchero.
-¿Fueron novios trabajando juntos?
-No, ya terminando el último año. Empezamos a salir cuando terminaba el último año.
-¿Tienen una fecha de aniversario?
-Empezamos a salir un 15 de agosto. Pusimos esa fecha para celebrar, pero fue todo muy de a poco. Ella venía a mi casa...
-Y un día vos le dijiste "te quiero", ella te dijo que te quería…
-Claro, fue muy paulatino. Es medio un embole la historia. Pero fue muy de compartir y de generar relación.
-¿Te bancás su éxito?
-Es que a ella ya la conocí siendo un fenómeno y sé que ahora llega a más público y va a ir mucho más lejos de lo que gente piensa.
-¿No hay competencia?
-No, no hay. La competencia es una decisión también.
-¿Tampoco te da inseguridad que ella te deje cuando sea muy famosa?
-Y pero es como hacer futurología, no sé. ¿Si se hace muy famosa me debería dejar? ¿Es una regla?
-No, son cosas que van pasando y que uno ve que le suceden a los famosos.
-Yo vivo con mucho orgullo lo que le pasa a Lali, sobre todo por la cantidad de laburo que ella le pone a lo que hace. No es fruto de la suerte. Yo veo lo que ella se rompe para generar lo que es, ¿cómo te puede generar algo feo eso? De verdad, sin hacerme el romántico, de verdad; la veo que se rompe el mate, yo ayudo mucho, nos ayudamos, nos retroalimentamos, no es que se ganó la quiniela, ¿me entendés? Es una cosa que le llevó mucho tiempo y así también la pone a ella plantada como está y siendo la figura que es.
-¿Tiene tiempo para dedicarte?
-Sí, y no es para agregar, pero a mí no me va tan mal tampoco.
-Me refiero a que ella está en un momento de mucha demanda.
-Totalmente, ella es una estrella. Yo sé quién es, no es que ignoro y digo "uh, boludo con quién estoy" para mí siempre fue así, creció y cambió de público o aumentó otro rango etario si querés, pero ella sigue siendo la misma.
-¿Te necesita?
-Yo creo que sí, nos necesitamos los dos, eso sin duda. Tenemos formas de trabajar muy parecidas: nos dedicamos al laburo, no al quilombo y está bueno encontrar en alguien la complicidad en el trabajo. Nos reímos mucho de todo, eso te lo puedo decir sin duda y estamos muy contentos cada uno con lo que va logrando y sobre todo con los méritos, hay algo del mérito que te hace sentir un poco mejor.
-Nadie les regaló nada.
-Cero.
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